Dear People of God in the Diocese of Chicago:

Today’s verdict in the trial of Jason Van Dyke for the murder of Laquan McDonald is a long-awaited measure of justice for Laquan’s family and for the many Chicago residents who have struggled to build a system of policing that all citizens can trust and hold accountable.

I have been grateful in recent weeks for the courage of the McDonald family in calling for “complete peace” in the hours and days after the verdict. As Laquan’s great-uncle, the Rev. Martin Hunter, said recently, “I would like for justice to be given in this case. We’re not looking for revenge.”

Here in the Diocese of Chicago, we seek true peace, which comes only with justice, through our anti-racism and racial reconciliation initiatives, our advocacy against mass incarceration and systemic racism in the justice system and our examination of the legacy of slavery in our own congregations. My prayer for our work is that it will help bring about the kind of peace in which teenage boys no longer lose their lives on the streets of our city.

May God who has given us the will to do these things, give us also the grace and power to accomplish them.

In the Risen Christ,

The Rt. Rev. Jeffrey D. Lee
Bishop of Chicago

Estimado Pueblo de Dios en la Diócesis de Chicago:

La sentencia de hoy en el juicio de Jason Van Dyke por el asesinato de Laquan McDonald es una medida de justicia anhelada por la familia de Laquan y por el sinnúmero de residentes de Chicago que han luchado por un sistema de vigilancia en que todos los ciudadanos puedan confiar y hacer responsable.

Recientemente, he estado agradecido por la valentía de la familia McDonald al exigir “tranquilidad completa” en las horas y los días después de la sentencia. Como el tío abuelo de Laquan, el Rdo. Martin Hunter, dijo recientemente, “Me gustaría que se hiciera justicia en este caso. No buscamos venganza”.

Aquí en la Diócesis de Chicago, buscamos paz verdadera, que sólo llega con justicia, a través de nuestras iniciativas contra el racismo y de reconciliación racial, nuestra abogacía contra la encarcelación en masa y racismo sistémico en el sistema de justicia y nuestro análisis del legado de la esclavitud en nuestras propias congregaciones. Mi oración es que nuestro trabajo contribuya a lograr el tipo de paz en que los jóvenes ya no pierden sus vidas en las calles de nuestra ciudad.

Que Dios quien nos ha dado la voluntad de realizar estas cosas, también nos dé la gracia y poder de lograrlas.

En el Cristo Resucitado,

El Rvdmo. Jeffrey D. Lee
Obispo de Chicago