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Suspension of In-Person Worship Continues: A Letter from Bishop Lee

Dear People of God in the Diocese of Chicago,

Yesterday, Governor Pritzker issued a modified stay-at-home order that allows Illinois residents to leave their homes “to engage in the free exercise of religion,” so long as services “comply with Social Distancing Requirements and the limit on gatherings of more than ten people in keeping with CDC guidelines for the protection of public health.”

I appreciate the governor’s reaffirmation of the importance of religious freedom, and, like you, I look forward eagerly to the day when we can return to our churches and celebrate the Eucharist. I must ask, however, that you continue to abide by the suspension of all in-person worship, meetings and events which is in place in the Episcopal Diocese of Chicago until the end of May.

As Christians, we are called upon to love and care for our neighbors, particularly those who are most vulnerable. For the next month, we can best do this by observing social distancing and minimizing travel. The exception is those ministries that serve the neediest among us, and I offer special thanks for those of you who have been able to adapt those ministries for this particularly challenging time.

I am working with leaders from across the diocese on what a carefully phased return to our churches might look like, and I hope to be able to share some preliminary details about our work soon. For now, please continue to gather for worship online and conduct your pastoral ministries by teleconference or telephone, and know that as always, you are in my prayers.

Faithfully,

Bishop Jeffrey Lee

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Estimado Pueblo de Dios en la Diócesis de Chicago,

Ayer, el Gobernador Pritzker emitió una orden modificada de quedarse en casa que permite que los residentes de Illinois salgan de sus hogares para “participar en el libre ejercicio de la religión”, siempre que los servicios “cumplan con los Requisitos de Distanciamiento Social y las restricciones en reuniones de más de diez personas según las pautas de los CDC para la protección de la salud publica”.

Aprecio la reafirmación del gobernador de la importancia de la libertad religiosa, y, como ustedes, anhelo ansiosamente el día cuando podemos regresar a nuestras iglesias y celebrar la Eucaristía. Debo pedirles, sin embargo, que sigan cumpliendo con la suspensión de toda la adoración presencial, reuniones y eventos que está en vigor en la Diócesis Episcopal de Chicago hasta finales de mayo.

Como cristianos, somos llamados a amar y cuidar a nuestro prójimo, particularmente aquellos más vulnerables. Por el próximo mes, la mejor forma de demostrar esto es manteniendo el distanciamiento social y reduciendo los viajes. La excepción es los ministerios que sirven a los más necesitados entre nosotros, y les agradezco especialmente a los de ustedes que han sido capaces de adaptar esos ministerios para este tiempo particularmente difícil.

Estoy colaborando con líderes de todas partes de la diócesis para ver cómo parecería un retorno cuidadosamente dividido en fases, anticipo poder compartir algunos detalles preliminares sobre nuestro trabajo pronto. Por ahora, les pido que sigan reuniéndose en línea para la adoración y realicen sus ministerios pastorales por teleconferencia o teléfono, y sepan que como siempre, permanecen en mis oraciones.

Fielmente,

Obispo Jeffrey Lee